jueves, 28 de febrero de 2008
Seguimos en Oriente!
martes, 26 de febrero de 2008
Con licencia para qué?
Así llegué bien super cool a defender mi examen profesional al Claustro de Sor Juana cuando de pronto observo que en el gran patio de mi ex-escuela se estaba desarrollando una suerte de kermes con brincolín (futa! no cabe duda que el Claustro es lo más parecido a un kinder que hay...) y todo el kit. Haciendo uso de la vena maldita y saca sangre que ese lugar siempre brotó en mi, logré que los monitos que estaban instalando sus bocinotas al lado del Aula Magna donde minutos después yo hablaría como taravilla, se abstuvieran de prenderlas y musicalizar mis nervios.
Eventualmente la hora llegó, y me tuve que calmar y ponerme a decir cosas como loca mientras pasaba una tras otra mis diapositivas en la pantalla. Mi orangután favorito y su señora esposa, mi madre, llegaron un poco tarde por que la bomba explotó muy cerca de mi casa y se hizo un caos del demonio. Sin embargo el timing no pudo ser mejor (la pura prescencia de mi mamá en la ciudad ya me tenía los nervios de punta!!!) por que al mero principio estaba yo que me comia las uñas y los dedos también, y de no ser por que Alice estaba ahi seguro hubiera cometido alguna imprudencia de esas que sólo me salen con total maestría en eventos importantes como este.
Todo salió muy bien. Todos probamos el vino (me daba el aca de que no alcanzaran las copas... o peor aun que no alcanzara el vino!). Todos me dieron un abrazo muy fuerte y el de mi mamá fue el que más bonito se sintió. De cierto modo ella también estaba graduándose (finalmente llegaba a casa el título que faltaba! ese spot en la pared de la sala por fin sería llenado! y coño! la tesis era sobre su labor vinícola!), sus vinos fueron muy chuleados por todos. Finalmente luego de las copas, los abrazos y las felicitaciones, se acercó a mi el encargado de llevar mi proceso de titulación con la libreta maldita que tanto sufrí por llenar: La cartilla de titluación.
Estoy firmando el último formato!!!!
Creo que me costó trabajo relajarme después de que todo pasó, pero es de lo más normal, yo soy una histeriquita de lo peor. Cenamos en casa algunas viandas que preparé, mi mama trajo pescado ahumado de Ensenada, yo tenía ahi mi guardadito de aceitunas y jitomatitos deshidratados del rancho de Ivette, quesos y todas las botellas de vino que se salvaron de la depredación por nervio que tantas otras sufrieron. Mi papá derramó una que otra lagrimita y yo le seguí, hacemos buen equipo. Ya pasó, ahora si no hay pretexto para no pensar en que demonios proyecto me voy a embarcar ahora, surgen propuestas, algunas muy descartables otras muy tomables, surgen ideas y se concretan planes... son poquitas las certezas, pero no se necesitan muchas para echar a andar onda.
Ahora si dicen que ya tengo licencia. Ah saber para que!? lo bueno es que ya la tengo.
jueves, 21 de febrero de 2008
The Dark Chocolate Side of the Bunny on the Moon
Esta noche New Pop goes thai!
viernes, 8 de febrero de 2008
Febrero loco
Fuimos muy malas clientas, de esas que odiaba servir cuando yo trabajaba del otro lado de la estufa. La mesera nos intentó levantar la orden como 4 veces y las cuatro tomábamos la carta plastificada como si fuera la primera vez balbuceando -ay a ver que voy a querer! y tu que vas a pedir comadrita? no pues no sé, a ver que se me antoja... siempre que llegaba a la mesa estabamos dentro del bloque de transmisión y pensó que la dejabámos hablando sola y bueh... que éramos unas groseras. Nos dio mucha pena. Yo pedí una ensalada de fruta con queso y miel (mmmm miel de adeveras eh! es que no se me antojaba otra cosa luego en las cafeteria todo tiene mucho knorr suiza o mucha azúcar....), Alicia pidió un clásico de cafetería: Club sandwich con papas fritas y Dimare pidio la hamburgruesa Lynis. Al final la mesera se hizo nuestra amiga la buena mesera, después de un rato comprendió que estabamos jugando a la radio y volvió a sonreirnos.
estuvo chistoso.
Hoy es la celebración del año nuevo chino (aunque comenzo ayer...) en la calle de Dolores en el centro, en el barrio chino de por aca. creo voy a ir. Sino, de menos me pido una sopa de fideos ramen o udon en Daikoku. Alguna sopa buena pal dolor de ego y el terror del futuro incierto. Eso, respirar pronfundo y una buena sopa. Creo que los merezco.
Apenas ahora (que los planes se me desmoronan como figura de arena en la playa) me doy cuenta de que edifiqué una super movida sobre las matemáticas que un chef me dibujó en otoño, alla en el Valle de Guadalupe. Hasta se me hizo demasiado bueno que me esperara a que me titulara. Ash... ahora le tengo un resentimiento maldito a mi amigo Fabio. Y pobre, el que culpa tiene al final? sólo que como no encuentro cómo canalizar la frustración que siento ahora pues es el perfecto chivo expiatorio de esta situación vergonzosa que me tiene subiendo el moco como si fuera yo-yo.
Me escribió el chef de Laja que la reseción en el gringo le ha alejado a la clientela y que ya no hay espacio para mi. Ese espacio me lo ofreció en noviembre con la conjetura de una restructuración y ampliación de su carta y servicio. En enero Fabio le fue a pedir trabajo. Y en febrero yo ya no tengo la oportunidad que me hizo planear mi regreso, cederle la titularidad del contrato de arrendamiento a mi roomie, vender mi refri y mi estufa... y comprarme un boleto de regreso. Pinche reseción gringa.
Fuck! it all comes down to the f**cking question de siempre... qué quiero (ahora...)?
y el plan?! como estaba iba a funcionar de puta madre! nadie me habia ofrecido tanto dinero por doce horas de trabajo de miércoles a sábado (y fíjate que no es mucho, pero a como pagan aca en el centro del país a los cocineros... y los horarios urbanos bestiales... y tan lejos de los ingredientes... y tan cerca del vendervendervender y tan lejos del sentir la comida... y lejos de los atardeceres y las matas de romero...) nunca antes habia trabajado tan cerca del producto. tan cerca como bajar al huerto y recolectarlo.
oh no. y todo lo que edifiqué con todo ese dinero que todavia no ganaba y que ahora ya no voy a ganar? tsssss tengo que hablar seriamente con mi ego herido.
irme? a Ensenada? sin esa oportunidad de trabajo? el byproduct de irme era un must en mi lista de estar-bien: avocarme a la tarea (por mucho tiempo pospuesta...) de asumirme hija de una familia con dinámica extraña y pobre comunicación, de una adolescencia tardía y remendedada con mi propios hilo y aguja... aceptarme como soy y aceptar de una vez por todas a mi mamá con todas sus virtudes y desvarios, dejando ya de reclamar, en aras de una buena convivencia a la luz de que la vida de mi papá se estingue y muy pronto nomás vamos a tenernos a nosotras. (uops lo dije alfin).... Irme a Ensenada con ese sueldo y esa oportunidad de trabajo significaba la posibilidad de poder vivir a una distancia emocional de mis padres que me permita asumir la realidad asi como es pero desde mi madriguera, protegida. Independizarme tanto emocional como espacialmente, y eso en mis ratos libres porque (se suponia!!) el resto del tiempo estaria trabajando en una maravillosa cocina en el Valle de Guadalupe cultivando mis propios ingredientes.
oh siento mareos. Necesito esa sopa miso.