Ya llegó el frío anunciando el invierno! El invierno lleno de comederas y gastaderas merece que empecemos desde ahora a pensar que vamos a cocinar y a comer en estas fiestas y buen pretexto es para aquí en New pop! nos pongamos imaginativos a proponer vario platillo divertido de hacer...
empecemos por los clásicos>
En casa de mi madre en Ensenada sucede cosa extraña. Ella es chilanga de corazón pero tiene ya más de treinta años viviendo en la frontera, nunca ha cocinado el pavo al horno con su stuffing que alla se acostumbra, y continúa la tradición de la abuela de hacer la cazuela de romeritos al lado de la cazuela de bacalao para la cena. Sin embargo, una firma muy suya en el banquete de nochebuena es la sopa que hemos bautizado como "la sopa de navidad", una deliciosa crema de mejillones que me fascina y que ella ideó:
Sopa de navidad de mi mamá
1k de mejillones frescos
500 grs de papa blanca
1 ramillete de perejil
media cebolla picada fino
dos dientes ajos picados fino
dos cucharadas de aceite de olivo
250 ml de vino blanco seco
500ml de crema tipo lynncot
leche para adquirir consistencia
sal y pimienta
1.-Desconchar los mejillones y extraer su jugo de cocción. Los mejillones se enjuagan y se limpian, se les arrancan con cuidado las barbas. En una cacerola que tenga tapa bien ajustada se calienta el aceite y se saltea cebolla y ajo, arrojamos los mejillones junto con el vino blanco, tapar y esperar uno o dos minutos a que las valvas de los mejillones comiencen abrir. Ese es el momento de sacar los mejillones de la olla. A cada mejilloncito lo separamos de sus conchas y reservamos el jugo que soltaron, que será el alma de nuestra sopa.
2.-Picar los ingredientes de la sopa. La papa se corta en cubitos pequeños y el perejil se pica finito finito. En una ollita con agua y sal se pone a cocer la papa en cubos. Los mejillones si son grandes puedes cortarse en pequeños trozos, sison chicos pueden dejarse enteros.
3.-Ligar la sopa. El jugo de cocción se pone a calentar y se liga con la leche y la crema, es decir añadiendole crema y leche a fuego bajo y removiendo constantemente con pala de madera se busca la consistencia ideal: no muy aguada, no muy dura, ni tanto que queme al santo, ni tanto que no lo alumbre...
4.- Se le agregan los ingredientes restantes. La papita picada, los mejillones y el perejil, se ajusta de sazón con sal y pimienta y listo! Sopa de navidad de mi mamá lista para comer.
viernes, 30 de noviembre de 2007
viernes, 23 de noviembre de 2007
Celebration!!!!
Ahora si a ver si no me meto en un problema por andar celebrando por anticipado, pero tengo en mi regazo, calientita aun, como si recièn salidita del horno la impresión de mi tesina ya sin errores, bueno espero!!! y miren que la he revisado de arriba abajo por cada una de sus 91 páginas tres veces en cada dirección! envié impresiones de prueba hasta que salieron bellas las páginas más problemáticas (los cuadros, las imágenes, y los índices) y otras más para calibrar los márgenes superiores e inferiores que se desconfiguran de impresora a impresora... y ahhh creo poder decir con alivio que por fin ya salió bien la impresión.
Yuujuuuuuu!
Bueno, yo ni sé que tanto celebro. Tanto pancho para nomás tener dos copias blanco y negro de mi trabajo para APENAS comenzar el trámite de titulación, es decir, estas dos copias que me han sacado lágrimas y dolores de espalda infames van a ser tachoneadas y subrayadas con rojo por el comité que me asignen a partir del lunes que lleve mis copias y pague mi derecho a titularme y lleve mi recibo a que me lo sellen (oh maldita burocracia!!!)...
Pero bueno, si el lunes todo sale bien y no me vuelven a rebotar nada de lo que lleve (voy a ir preparada con una copia extra de todos los requisitos y hasta acta de nacimiento, esa en todos lados te la piden... maldito culto a la primera huellita digital que dejamos impresa en un papel) habré concluído esta primera fase del trámite.
Fiu!
Bueno ahora a escribir de cosas más divertidas, ah por cierto hoy presenta su examen para obtener su doctorado en Física el buen amigo Igor, asiduo comentarista de este humilde blog, enhorabuena Igor! tu esfuerzo me hace sentir que deveras hay un final feliz, que hay una luz al término del túnel aunque desde aqui donde estoy parada no se vea, Felicidades!!!
jueves, 22 de noviembre de 2007
Un buen mezcal
Cómo algunos de ustedes saben ya, a mi el mezcal me pone bien sabroso y me encanta tomarlo. Su embriaguez es más parecida a un viaje de hongos que a una borrachera alcoholatriz, despierta aquellos demonios ocultos que guardamos en lo más oscurito de nuestra alma lo mismo que las más delicadas inspiraciones y la energía que uno necesita para emprender grandes aventuras (como la de titularse!). Su consumo respetuoso me ha hermanado con mi oficio y con entrañables amigos con los que disfruto degustar los elixires del maguey (aprovechamos desde aquí enviar un caluroso saludo hasta Coppenaghe a mi querida Xanic, hasta el valle de Guadalupe donde vive Phil y donde Andrés trabaja; y a la esquina de Latinoamérica, Tijuana al buen Fabio que jura haber visto al diablo por hoyito bajo la influencia del mezcal).
El mezcal es el producto del destilado del jugo fermentado (tepache) de las piñas o corazones del maguey o agave. En nuestro país crecen cerca de tres cuartas partes de todas las especies de la familia Agavaceae y por ello (según Alberto Sánchez) se considera a México como el centro de origen de la planta, aunque Japón quiere patentar alguno de esos agaves como suyos… A lo largo y ancho del país crecen magueyes y en muchos pueblos el proceso de elaboración del aguardiente es una tradición milenaria que ha pasado de generación en generación formando comunidades especializadas en su producción. Yo apenas he probado unos cuántos mezcales y apenas así, probando y probando, escuchando a los expertos y a los productores con los que he llegado a cruzarme es que he aprendido lo poco que sé sobre esta fascinante bebida, y como hermana socia de la sacra Logia de los Mezcólatras que me considero (claro que Cornelio podría decir que me ausento tanto de la logia que ya casi me echan de ella...), creo necesario contarles algunos datos importantes en los que hay que fijarse antes de echarse a la panza un tequila (que no es otra cosa más que un mezcal particular) o buen mezcal:
1.- Un mezcal tradicional debe estar hecho a partir de un maguey maduro que ha concentrado en su corazón los azúcares necesarios para alimentar a las flores del quiote que apenas comienza a formar. Si se extrae antes de que madure, cuando está chiquito se corre el riesgo terrible de que no haya azúcar suficiente para que la fermentación del tepache tenga lugar y se tenga que añadir azúcar de caña, cosa que va a cambiarle sus características de aroma y sabor. Por lo tanto, un mezcal debe ser elaborado únicamente con maguey, sin ningun otro tipo de aditivo o acelerador.
2.- Contrariamente a lo que se piensa el añejamiento en barrica le hace más daño que bien a un mezcal. Los mezcales deben de ser incoloros y transparentes, aun cuando sean jóvenes o reposados, el color ambar de un mezcal puede hablar de una añadidura de caramelo, de un envejecimiento en barrica de madera (evento que le opaca sus características naturales ya que la madera predomina sobre los delicados aromas y sabores del aguardiente) o de alguna otra manipulación de la que hay que tener desconfianza. Ojo: fuera de esta regla se encuentran los mezcales con gusano, alacrán o algunos infusionados con hierbas u otros sabores naturales que se le añaden según la tradición del lugar que los produce, y que tienen como consecuencia una coloración o enturbiamiento a causa de la añadidura.
3.-El grado alcohólico de un mezcal depende en gran medida del proceso de elaboración que impere en la región produtora que ha forjado lo denominamos gusto histórico: conjunto de costumbres y saberes que se han transmitido generación tras generación entre los maestros mezcalilleros. Sin embargo la regla general dicta que ningún buen mezcal debe tener un grado alcohólico inferior a los 45°.
4.- Como sucede con otras reconocidas bebidas alrededor del mundo (como el vino…) detrás de la elaboración del mezcal tradicional está el nombre de la persona que lo produce y la región donde se elabora: el maestro mezcalillero y una serie de circunstancias que distinguen a su mezcal (por mencionar sólo algunas: el tipo de maguey que empleó, el clima y el suelo donde éste creció, el tipo de alambique y el material del que está hecho, el número de destilaciones y la forma de recolección de los espíritus, las decisiones que el maestro mezcalillero tome siguiendo el mandato de su propio gusto histórico entre varias otras más…). De modo que es de vital importancia conocer datos generales de la producción para caracterizar correctamente el mezcal que bebemos: de qué región productora, qué tipo de planta y principalmente quién produce: un nombre y un apellido detrás del mezcal.
5.- Por último saber que existen procedimientos tradicionales para evaluar la calidad de un mezcal puede salvarnos de severas imprudencias. Tradicionalmente el mezcal se venencia, es decir se vierte vigorosamente desde un carrizo empleado como popote hacia una jicarita u otro recipiente de boca ancha para medirle el grado alcohólico a través del perlado o formación de burbujas. Si las burbujas se forman homogéneas y perduran algunos minutos en la superficie de nuestro mezcal quiere decir que su grado alcohólico oscila entre los 45 y 52 grados. Si se forman homogéneas y desaparecen pronto quiere decir que está por encima de los 52 grados. Si se forman diminutas y desaparecen instantáneamente o bien no se forman entonces no duden en descartar ese mezcal, su grado alcohólico es inferior a los 45°. Sin embargo para toda regla hay una excepción y en este caso es la adición de gusano o belatobe, un mezcal con belatobe puede tener una graduación alcohólica baja pero gracias a las grasas del gusano pueden estabilizarse las burbujas por más tiempo.
Todos estos puntos, salvo el quinto, deben estar especificados en la etiqueta de la botella de mezcal, de modo que todas las partes involucradas en el proceso tengan su crédito, y que se perpetúe un procedimiento milenario que forma parte esencial de la vida cotidiana de muchos pueblos de nuestro país, no sólo es una nueva modita que establecimientos en la roma o la condechi andan imponiendo… si hacemos algo de memoria fue justamente una modita impuesta a un mercado internacional y las estúpidas decisiones que se tomaron para satisfacer las exigencias de ese mercado asì como las ambiciones de hacendados y emprensarios lo que se llevó entre las patas al mezcal de Jalisco, el buen tequila cuya producción fue seducida por la industria mal planeada y la corrupción imperante de nuestra cultura mexicana… en fin…
Ya lo saben amigos, fíjense bien en sus etiquetas, desconfíen de aquellas que no integren las condiciones mínimas y consuman buen mezcal. Hay establecimientos que sí promueven mezcales tradicionales incluyéndolos en sus cartas como la Taberna Red Fly (Orizaba casi esquina con Querétaro... o es Zacatecas?...en la col. Roma) y alguno otro lugar por ahí. También pueden buscar a Cornelio Pérez los jueves en la Jornada, en el interior de la sección gastronómica de la Jornada de en medio (por cierto orita mismo circula una publicación que dedica su número reciente al mezcal, la revista Generación), el organiza sesiones informativas y degustativas de costo bajo que son redivertidas y aprende uno cosas interesantes y necesarias. Él tiene muy buenos contactos con productores mezcaleros y a través de él se pueden adquirir mezcales de una súper calidad.
Salud!
El mezcal es el producto del destilado del jugo fermentado (tepache) de las piñas o corazones del maguey o agave. En nuestro país crecen cerca de tres cuartas partes de todas las especies de la familia Agavaceae y por ello (según Alberto Sánchez) se considera a México como el centro de origen de la planta, aunque Japón quiere patentar alguno de esos agaves como suyos… A lo largo y ancho del país crecen magueyes y en muchos pueblos el proceso de elaboración del aguardiente es una tradición milenaria que ha pasado de generación en generación formando comunidades especializadas en su producción. Yo apenas he probado unos cuántos mezcales y apenas así, probando y probando, escuchando a los expertos y a los productores con los que he llegado a cruzarme es que he aprendido lo poco que sé sobre esta fascinante bebida, y como hermana socia de la sacra Logia de los Mezcólatras que me considero (claro que Cornelio podría decir que me ausento tanto de la logia que ya casi me echan de ella...), creo necesario contarles algunos datos importantes en los que hay que fijarse antes de echarse a la panza un tequila (que no es otra cosa más que un mezcal particular) o buen mezcal:
1.- Un mezcal tradicional debe estar hecho a partir de un maguey maduro que ha concentrado en su corazón los azúcares necesarios para alimentar a las flores del quiote que apenas comienza a formar. Si se extrae antes de que madure, cuando está chiquito se corre el riesgo terrible de que no haya azúcar suficiente para que la fermentación del tepache tenga lugar y se tenga que añadir azúcar de caña, cosa que va a cambiarle sus características de aroma y sabor. Por lo tanto, un mezcal debe ser elaborado únicamente con maguey, sin ningun otro tipo de aditivo o acelerador.
2.- Contrariamente a lo que se piensa el añejamiento en barrica le hace más daño que bien a un mezcal. Los mezcales deben de ser incoloros y transparentes, aun cuando sean jóvenes o reposados, el color ambar de un mezcal puede hablar de una añadidura de caramelo, de un envejecimiento en barrica de madera (evento que le opaca sus características naturales ya que la madera predomina sobre los delicados aromas y sabores del aguardiente) o de alguna otra manipulación de la que hay que tener desconfianza. Ojo: fuera de esta regla se encuentran los mezcales con gusano, alacrán o algunos infusionados con hierbas u otros sabores naturales que se le añaden según la tradición del lugar que los produce, y que tienen como consecuencia una coloración o enturbiamiento a causa de la añadidura.
3.-El grado alcohólico de un mezcal depende en gran medida del proceso de elaboración que impere en la región produtora que ha forjado lo denominamos gusto histórico: conjunto de costumbres y saberes que se han transmitido generación tras generación entre los maestros mezcalilleros. Sin embargo la regla general dicta que ningún buen mezcal debe tener un grado alcohólico inferior a los 45°.
4.- Como sucede con otras reconocidas bebidas alrededor del mundo (como el vino…) detrás de la elaboración del mezcal tradicional está el nombre de la persona que lo produce y la región donde se elabora: el maestro mezcalillero y una serie de circunstancias que distinguen a su mezcal (por mencionar sólo algunas: el tipo de maguey que empleó, el clima y el suelo donde éste creció, el tipo de alambique y el material del que está hecho, el número de destilaciones y la forma de recolección de los espíritus, las decisiones que el maestro mezcalillero tome siguiendo el mandato de su propio gusto histórico entre varias otras más…). De modo que es de vital importancia conocer datos generales de la producción para caracterizar correctamente el mezcal que bebemos: de qué región productora, qué tipo de planta y principalmente quién produce: un nombre y un apellido detrás del mezcal.
5.- Por último saber que existen procedimientos tradicionales para evaluar la calidad de un mezcal puede salvarnos de severas imprudencias. Tradicionalmente el mezcal se venencia, es decir se vierte vigorosamente desde un carrizo empleado como popote hacia una jicarita u otro recipiente de boca ancha para medirle el grado alcohólico a través del perlado o formación de burbujas. Si las burbujas se forman homogéneas y perduran algunos minutos en la superficie de nuestro mezcal quiere decir que su grado alcohólico oscila entre los 45 y 52 grados. Si se forman homogéneas y desaparecen pronto quiere decir que está por encima de los 52 grados. Si se forman diminutas y desaparecen instantáneamente o bien no se forman entonces no duden en descartar ese mezcal, su grado alcohólico es inferior a los 45°. Sin embargo para toda regla hay una excepción y en este caso es la adición de gusano o belatobe, un mezcal con belatobe puede tener una graduación alcohólica baja pero gracias a las grasas del gusano pueden estabilizarse las burbujas por más tiempo.
Todos estos puntos, salvo el quinto, deben estar especificados en la etiqueta de la botella de mezcal, de modo que todas las partes involucradas en el proceso tengan su crédito, y que se perpetúe un procedimiento milenario que forma parte esencial de la vida cotidiana de muchos pueblos de nuestro país, no sólo es una nueva modita que establecimientos en la roma o la condechi andan imponiendo… si hacemos algo de memoria fue justamente una modita impuesta a un mercado internacional y las estúpidas decisiones que se tomaron para satisfacer las exigencias de ese mercado asì como las ambiciones de hacendados y emprensarios lo que se llevó entre las patas al mezcal de Jalisco, el buen tequila cuya producción fue seducida por la industria mal planeada y la corrupción imperante de nuestra cultura mexicana… en fin…
Ya lo saben amigos, fíjense bien en sus etiquetas, desconfíen de aquellas que no integren las condiciones mínimas y consuman buen mezcal. Hay establecimientos que sí promueven mezcales tradicionales incluyéndolos en sus cartas como la Taberna Red Fly (Orizaba casi esquina con Querétaro... o es Zacatecas?...en la col. Roma) y alguno otro lugar por ahí. También pueden buscar a Cornelio Pérez los jueves en la Jornada, en el interior de la sección gastronómica de la Jornada de en medio (por cierto orita mismo circula una publicación que dedica su número reciente al mezcal, la revista Generación), el organiza sesiones informativas y degustativas de costo bajo que son redivertidas y aprende uno cosas interesantes y necesarias. Él tiene muy buenos contactos con productores mezcaleros y a través de él se pueden adquirir mezcales de una súper calidad.
Salud!
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Alcoholes de manufactura mexicana
martes, 20 de noviembre de 2007
Fin de Semana de Mezcales en Oaxaca
Este fin de semana tuve a bien alejarme de toda responsabilidad sobre mi tesis para aventurarme en la hermosa ciudad de Oaxaca y ser afortunada asistente a la Primera Saboreada de Mezcales Oaxaca 2007 que organizaron la revista Día Siete y el promotor de los Mezcales Tradicionales de los Pueblos de México, Cornelio Pérez, el mismísimo invitado de honor de la tercera transmisión del programa más pop de la radio por internet The New Pop Kitchen Show! (se acuerdan?).
Durante los días viernes 16 y sábado 17 de noviembre productores de mezcal de varios rincones del país, maestros mezcalilleros, chefs y cocineros, biólogos y antropólogos, periodistas, escritores, catadores de bebidas, varios más mezcalófilos y algunos fieles hermanos de la sacra Logia de los Mezcólatras (el grupo de gente que Cornelio ha formado a lo largo de dos años para conocer, defender y divulgar el arte de la elaboración de los mezcales tradicionales de México) se dieron cita en una vieja casona del centro de la capital oaxaqueña acondicionada como una exclusiva posada , el hotel y restaurante Casa Oaxaca dirigida por Alejandro Ruiz Olmedo, para saborear y registrar las sensaciones, aromas y sabores que el destilado de maguey les evocara.
Departiendo con devotos seguidores del mezcal como mi master el chef Benito Molina y su guapa y embarazada mujer Solange Muris, Hernán García Garza, propietario del bar Taberna RedFly del DF que es la sede de la Logia de los Mezcólatras, Gustavo Contreras el titular de los mezcales duranguenses marca Dioseño, el biólogo mexicano Jorge Larson que dedica su línea de investigación a los agaves mezcaleros así como también la finísima fauna the cream of the cream de la gastronomía mexicana que se pavonea en las páginas de los suplementos gastronómicos de numerosas publicaciones (nótese mi aversión al hecho que de pronto la gastronomía, no sólo en México, sino en todos lados se ha mediatizado velozmente, y no es casualidad, todo aquello asociado a los vocablos gourmet, gurmandise, alta cocina, fusión y etcéteras vende como pan caliente y al precio más conveniente, para el que la vende of course...) entre ellos la empresaria (y también chef) Mónica Patiño, la mayor productora de literatura gastronómica de México (no necesariamente buena, recordemos que la relación cantidad por calidad luego desmerece….) Patricia Quintana, quien por cierto abandonó el panel de cata al segundo o tercer mezcal, acompañados también por varios productores y maestros mezcalilleros de Santa Catarina de las Minas Oaxaca y del estado de Guerrero entre otros asistentes y finísimos colados (como mi amigo Phil, el inglés, y yo) se desarrolló un fin de semana lleno de mezcales y sus generosos excesos.
La razón de reunir a tan variada fauna radicaba en buscar la caracterización de los mezcales a través de su análisis sensorial, para ello cada invitado aportaba desde su trinchera (que puede ser según el caso la experiencia personal y profesional de su consumo, su producción, el manejo del mezcal como ingrediente en la cocina, como objeto de estudio como puente entre las comunidades productoras y su estudioso…) sus conocimientos para llenar a su criterio las fichas de cata que calificarán, subjetivamente of course, a los mezcales catados. Sin embargo a mi particular forma de ver el acontecimiento más importante que tuvo lugar en el transcurrir de la Saboreada fue la oportunidad que los asistentes tuvimos de aprender, de viva voz de los maestros mezcalilleros y de los promotores del mezcal tradicional cuáles son las características
que un buen mezcal debe reunir así como los riesgos en los que incurre actualmente su producción tradicional a la luz de una publicación de nivel nacional con un tiraje semanal de 300,000 ejemplares.
Ya va quedando muy largota esta entrada y aunque está delicioso desvanecerme de mis responsabilidades para con mi hija la tesis prometo que a la siguiente les cuento lo que sé de como identificar un buen mezcal.
Durante los días viernes 16 y sábado 17 de noviembre productores de mezcal de varios rincones del país, maestros mezcalilleros, chefs y cocineros, biólogos y antropólogos, periodistas, escritores, catadores de bebidas, varios más mezcalófilos y algunos fieles hermanos de la sacra Logia de los Mezcólatras (el grupo de gente que Cornelio ha formado a lo largo de dos años para conocer, defender y divulgar el arte de la elaboración de los mezcales tradicionales de México) se dieron cita en una vieja casona del centro de la capital oaxaqueña acondicionada como una exclusiva posada , el hotel y restaurante Casa Oaxaca dirigida por Alejandro Ruiz Olmedo, para saborear y registrar las sensaciones, aromas y sabores que el destilado de maguey les evocara.
Departiendo con devotos seguidores del mezcal como mi master el chef Benito Molina y su guapa y embarazada mujer Solange Muris, Hernán García Garza, propietario del bar Taberna RedFly del DF que es la sede de la Logia de los Mezcólatras, Gustavo Contreras el titular de los mezcales duranguenses marca Dioseño, el biólogo mexicano Jorge Larson que dedica su línea de investigación a los agaves mezcaleros así como también la finísima fauna the cream of the cream de la gastronomía mexicana que se pavonea en las páginas de los suplementos gastronómicos de numerosas publicaciones (nótese mi aversión al hecho que de pronto la gastronomía, no sólo en México, sino en todos lados se ha mediatizado velozmente, y no es casualidad, todo aquello asociado a los vocablos gourmet, gurmandise, alta cocina, fusión y etcéteras vende como pan caliente y al precio más conveniente, para el que la vende of course...) entre ellos la empresaria (y también chef) Mónica Patiño, la mayor productora de literatura gastronómica de México (no necesariamente buena, recordemos que la relación cantidad por calidad luego desmerece….) Patricia Quintana, quien por cierto abandonó el panel de cata al segundo o tercer mezcal, acompañados también por varios productores y maestros mezcalilleros de Santa Catarina de las Minas Oaxaca y del estado de Guerrero entre otros asistentes y finísimos colados (como mi amigo Phil, el inglés, y yo) se desarrolló un fin de semana lleno de mezcales y sus generosos excesos.
La razón de reunir a tan variada fauna radicaba en buscar la caracterización de los mezcales a través de su análisis sensorial, para ello cada invitado aportaba desde su trinchera (que puede ser según el caso la experiencia personal y profesional de su consumo, su producción, el manejo del mezcal como ingrediente en la cocina, como objeto de estudio como puente entre las comunidades productoras y su estudioso…) sus conocimientos para llenar a su criterio las fichas de cata que calificarán, subjetivamente of course, a los mezcales catados. Sin embargo a mi particular forma de ver el acontecimiento más importante que tuvo lugar en el transcurrir de la Saboreada fue la oportunidad que los asistentes tuvimos de aprender, de viva voz de los maestros mezcalilleros y de los promotores del mezcal tradicional cuáles son las características
que un buen mezcal debe reunir así como los riesgos en los que incurre actualmente su producción tradicional a la luz de una publicación de nivel nacional con un tiraje semanal de 300,000 ejemplares.
Ya va quedando muy largota esta entrada y aunque está delicioso desvanecerme de mis responsabilidades para con mi hija la tesis prometo que a la siguiente les cuento lo que sé de como identificar un buen mezcal.
martes, 13 de noviembre de 2007
Maldita burocracia
Ahora entiendo la cara de incredulidad que vi en los rostros de varias personas back in Ensenada cuando les recitaba mi retaila de babosadas sobre yo titulándome antes de que el año acabara> si a huevo! mi tesis ya tiene punto final- yeah right, aunque tenga punto final faltan un chingo de firmas y la burocracia se alenta con esto de los finales de año, momento en el que todo mundo (si! todos yo también!) recuerda que tienes pendientes que resolver antes de que el año termine.
Alguien me dijo que llega un momento del en un principio apasionante, luego desgastante y largooooo proceso de titulación en el que culminar la aventura ya no depende del contenido de la investigación ni de el desempeño del aspirante, sino de la frecuencia con la que se esté presionando al asesor y a todos los que tienen que avalar con su firma el proceso.
Ash, ya llegué a ese punto.
Alguien me dijo que llega un momento del en un principio apasionante, luego desgastante y largooooo proceso de titulación en el que culminar la aventura ya no depende del contenido de la investigación ni de el desempeño del aspirante, sino de la frecuencia con la que se esté presionando al asesor y a todos los que tienen que avalar con su firma el proceso.
Ash, ya llegué a ese punto.
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otoño crudo
viernes, 9 de noviembre de 2007
back in df
de vuelta.
aca también ya hace frío.
el aire es pesado y se me reseca la boca.
la nariz también.
me he reincorporado a las transmisiciones de the new pop kitchen show!
no se olviden de escucharnos los jueves a las 10 pm hora del centro por www.radioglobal.org
y por cierto...
este es un servicio a la comunidad>
aca también ya hace frío.
el aire es pesado y se me reseca la boca.
la nariz también.
me he reincorporado a las transmisiciones de the new pop kitchen show!
no se olviden de escucharnos los jueves a las 10 pm hora del centro por www.radioglobal.org
y por cierto...
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