viernes, 4 de julio de 2008

El Pacífico de la Buena vida

Geografia caprichosa la que me llevó desde la corriente de Humboldt del Pacifico peruano casi esquina con Ave. de las Palmas hasta la corriente de California en el Pacífico norte de México.

Vine a ver a papá, sin entender por qué ya traía tanta prisa de irse. Pensé que todavía podríamos escaparnos en auto a San Felipe. O tomarnos otro de esos carreterazos inolvidables a Mexicali. Quizá simplemente dar una vuelta por Ensenada, recorrer las calles que el cerro de Valle Verde esconde tras de si.

Mientras volaba en el avión hacia Tijuana pensé con las vísceras en las manos en el tiempo que necesitaba resistir para que lo alcanzara a ver, a platicar. Para que me alcanzara a hacer una cara de esas que siempre me hace cuando me vuelve a ver: frunciendo el ceño, haciendo chiquitos los ojos para luego sonreir.


Lo alcancé a ver, si.

Ya no pudimos ir a San felipe, ni a Mexicali. Ya no pudimos salir juntos del hospital.

Al verlo lo tomé de su mano izquierda mientras advertía cuanto habia empequeñecido, cuan frágil se veía su cuerpo entero. Le dije muchas cosas al oído. No sé si me escuchó, ya no pudo contestarme. Sólo lo tomé de la mano izquierda y me quedé asi tres días sin soltarlo, hasta que él me soltó.



7 comentarios:

Dalia dijo...

¡Qué terrible!¡Cómo lo siento!se que no hay palabras para mitigar tu dolor y las que yo diga serán unicamente para meter la pata pero con esa dulzura tuya característica, con lo que dices y lo que no dices es de imaginar que tu padre fue una persona entrañable, de esas con las que da gusto estar y si tú te pareces a él no me cabe duda de que sería un hombre fantástico, lleno de ingenio y un enorme corazón.
probablemente voy a decir una estupidez pero aunque sea inevitable no sé si tú papá querría que estuvieras muy disgustada así que en su honor inventa algún platico o alguna sopa que seguro que allá donde esté le hará sonreir como tú me arrancaste una sonrisa cuando estaba triste con tu recetica.
Un beso enorme.

Marco Noguez dijo...

En mi cabeza, en estos momentos, está una canción de Jim Croce:

If I could save time in a bottle
The first thing that I'd like to do
Is to save every day
Till Eternity passes away
Just to spend them with you

If I could make days last forever
If words could make wishes come true
I'd save every day like a treasure and then,
Again, I would spend them with you

But there never seems to be enough time
To do the things you want to do
Once you find them
I've looked around enough to know
That you're the one I want to go
Through time with

Vi a tu papá una sola vez (o al menos creo verlo visto). Y ahora me parece que sigue ahí, en el brillo de tus ojos.
Un abrazo.

Ismene Venegas dijo...

:)

Dalia dijo...

Ismene, imagino que tienes el corazón lleno de dolor que irá curándose con el calor de los tuyos y algún tiempo pero a parte de esto espero que te encuentres bien de salud.
Un abrazo grande.

Ismene Venegas dijo...

Gracias gracias por sus comentarios. Aqui lidiando con ausencias y moviendome que el mundo no para.

Saludos desde el df lluvioso

Viviana en vivo dijo...

Ismene:

Hacía mucho que no entraba a tu blog y me encuentro con esta noticia.

Lamento mucho tu pérdida de verdad. Las personas que queremos siempre se quedan con nosotros cuando las recordamos. Estoy de acuerdo con Dalia. Invénate una recetilla en honor de tu papá. Estoy seguro que él estará muy orgulloso de tí. Donde quiera que esté.

Un abrazo y un beso muy grandes.

BTKS+PONCE+FUZOO dijo...

Así es, es ese modo en el que te brillan los ojos lo que se ve vivo.

Que bien que andas viva
que chido que existes.

Senseless words
while the time goes bye

Say hello to heaven.

BTKS